Keler

Desde su fundación, Keler suma tradición, raíces y visión de futuro, convirtiéndola en una cerveza auténtica. Con la personalidad de su lugar de origen.
Todo comienza a mediados del siglo XIX, con la llegada a Donostia de los hermanos Kutz, que comienzan la fabricación de cerveza en su casa de Ategorrieta. En 1872 abren su primera fábrica en Chofre 19, y una década más tarde inauguran la fábrica del Antiguo.
En 1888 llega el primer premio: una Medalla de Plata en la Exposición Universal de Barcelona.
Un sabor que sigue siendo reconocido internacionalmente. Un sabor que lleva el mundo entero la intensidad de nuestra tierra.